viernes, 31 de agosto de 2012

YIYE AVILA ECUMENICO ROMANO



Por: Rafael Hernández



APOCALIPSIS 17:4-6 Y 18:1-4

Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación;
y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro.
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.
Y clamó con voz potente, diciendo: Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible.
Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.
Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas;

En los pasajes bíblicos anteriores vemos como el Dios Todopoderoso ordena a su Iglesia a no comulgar con la Iglesia Ramera (Romana) y con todos aquellos que han cometido fornicación con ella. El Señor manda a aquellos cristianos que se encuentran dentro de ese sistema ecuménico perverso y apostata a salir inmediatamente de allí, para que su juicio no caiga también sobre ellos.
Esto es semejante a cuando se le ordeno a Lot y a su familia a salir de Sodoma y Gomorra, para que la lluvia de fuego y azufre no cayera también sobre ellos. (Génesis 19)
Y el Señor Jesús nos amonesta diciendo Acordaos de la mujer de Lot. (Lucas 17:32)

Hoy quiero referirme a una enfermedad espiritual, que bien podríamos darle el título de “El Asesino Silencioso", me refiero al Ecumenismo De La Iglesia Católica Romana, que muy sagaz a conseguido filtrarse a través de reconocidos lideres ”evangélicos” hasta la “cocina” de la Iglesia Evangélica Cristiana.

No pretendo en esta ocasión escribir un artículo extenso sobre el ecumenismo romano, aunque bien les compartiré uno, escrito muy sabiamente por mi amigo Miguel Rosell Carrillo, pastor de la Iglesia Centro Rey Jesucristo en Madrid, España.
Pero antes, quiero pedir perdón públicamente, primeramente a Dios y después a la Iglesia De Jesucristo que ama la sana doctrina, y mayormente a quienes visitan este humilde portal.¿La razón o el motivo?
Siento que he sido engañado por ingenuo, aunque no del todo, pero he sido engañado, quizá por falta de información o tal vez por respeto eclesial a quien no se lo merece. Y debido a eso, no he sido lo suficientemente claro respecto a la falsedad de Yiye Ávila del Ministerio Cristo Viene de Puerto Rico.
He publicado dos artículos al respecto, el primero ¿Yiye Ávila Y Benny Hinn Abrazados?, donde doy a conocer la fotografía de portada de la revista “La Fe En Marcha” (Edición Mayo-Junio 2009) que publica y distribuye el Ministerio Cristo Viene, y donde aparecen muy abrazados los dos personajes en mención. El uno supuestamente (Yiye Ávila) representando a la iglesia evangélica, y el otro (Benny Hinn) representando a la iglesia falsa, sin embargo, y ahora si lo digo claramente, ambos muy unidos por “El Enemigo Silencioso” ecumenismo romano.
El segundo artículo (El mismo que ya elimine) Señor Líbrame De Mis Amigos, donde indirectamente hago una defensa del ecuménico Yiye Ávila, y culpo por lo de la fotografía (real o montaje) solamente a su equipo de trabajo, aduciendo a que como ya esta anciano, sus mismos amigos le están “traicionando y forzando” a cometer locuras eclesiales que atentan contra la sana doctrina. Sin embargo ahora me arrepiento por el tiempo que mal gaste en escribir dicho artículo y mucho mas por publicarlo. ¿Qué hubiese sido de mi alma, si en lugar de Yiye Ávila hubiese sido el Anticristo? ¡Ayúdame Señor!
A continuación les presento el porqué de la fotografía de Yiye Ávila Y Benny Hinn Abrazados.

Katherine Kulman,Benny Hinn,Marcos Witt,Yiye Ávila,Billy Graham,Luis Palau y Cesar Castellanos enviados de la Gran Ramera

HIMNO DEL ECUMENISMO ROMANO
Por: Ramón Mayola

1 Que feliz voy a ser el fausto día
En que todos los hombres de la tierra
Entonemos la misma melodía
Porque aprendimos a vivir sin guerra

2 Cuando todos los pueblos y naciones
Nos confundamos en fraterno lazo
Contemplando en las varias religiones
Al Dios Uno, tendiéndonos los brazos

3 Y el Budista, el Judío y el Cristiano
El Hindú, el Musulmán y el Taoísta
Nos demos todos con amor la mano
Y bendigamos todo cuanto exista.

4 Y la unión integremos como hermanos
Respetando de todos las creencias
Porque en todas encierra el Gran Arcano
Como nos muestra con verdad la ciencia.

5 Cuando muera por siempre el fanatismo
Que a raudales la sangre ha derramado
Un gran triunfo tendrá el Ecumenismo
Como Cristo Jesús tanto ha anhelado.

¿YIYE AVILA TAMBIEN ES ECUMENICO?

Si lo es, y desde hace tiempo, y no lo digo yo, es un secreto a voces, ya que es la misma Asociación Ecuménica a la que él pertenece quien lo da a conocer. Yiye Ávila es socio y parte del Universal Parliament Of Religions o Parlamento Argentino De Religiones.

Esta Asociación en su página oficial de Internet entre otras muchas escribe lo siguiente:

Parlamento Argentino de Religiones
Asociación Civil sin Fines de Lucro
Institución reconocida por el Estado Argentino (Resolución IGJ000997)
como un ámbito en el que se puede ejercer el derecho a la
Libertad y a la Igualdad Religiosa.

El Parlamento Argentino de Religiones fue
Declarado de interés de la Ciudad de Buenos Aires
por el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
y por la Cámara de Diputados de la Ciudad de Buenos Aires
-- Legislatura Porteña -- el 20 de julio de 2000
(Declaración 258/2000)


Su Santidad Papa Benedicto XVI
Impartió la Bendición Apostólica
al brazo de trabajo Cooperativista del
Parlamento Argentino de Religiones


El Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal Primado de
Argentina, Monseñor Jorge Bergoglio, prodigó una bendición
especial al Parlamento Argentino de Religiones, a todas las
Comunidades que lo integran y, al mismo tiempo brindará
su acompañamiento desde el Arzobispado de Buenos Aires.
Mayo 05 del 2006



PROPOSITOS Y PRINCIPIOS

Expresar la opinión de la Comunidad Religiosa Argentina en temas
de interés general.

Basamentar su espíritu en el respeto mutuo y la igualdad de todos
los hombres, representar una alternativa válida capaz de señalar
a la Sociedad Argentina en principio, y a la humanidad toda, el
camino que conduce a la espiritualidad y al reencuentro con Dios.

Trabajar para fortalecer los conceptos trasmitidos en las diversas
tradiciones tendientes a preservar y asegurar valores tales como
la vida, la familia, la paz, la libertad, la ética, la moral.

Establecer y defender la no discriminación.

Fomentar y apoyar la libertad de culto y de conciencia.

Bregar por objetivos nacionales e internacionales de bien público,
como los derechos étnicos y religiosos.

Bregar por la igualdad de los derechos de las diferentes Comunidades
Religiosas ante el Estado Argentino.

El Parlamento es Argentino, pero las Religiones todas pertenecen
al Mundo, por consiguiente: el Parlamento Argentino de Religiones
incluirá en su Directorio a toda Comunidad Religiosa de cualquier
lugar de la Tierra, que rinda Culto y Adore al DIOS de Todos.

En definitiva: Establecer un Estado de Democracia Religiosa.



La Presidencia del Parlamento Argentino de Religiones


Representantes del
Universal Parliament of Religions
Headquarter: Toledo, España

Mahatma Brahmachary Krishananda
(Prof./Dr. Jose Sergio Griffa)
Worldwide President

África/Benin: S.A.R. Dah Bokpe Von Allada
Argentina: Pastor Dr. Darío Martínez
América del Sur: Swami Shivapremananda
Australia: Guru Swami Krishna Gautam
Brasil: Monseñor Athanasio Luiz do Nascimento
Bolivia: Nila Tadic de Ossio
Chile: Pastor Raimundo Leiva Palma
China: Venerable Maestro Hsing Yun
Colombia: Kalki Avatar Samael Aun Weor
Egipt: Yogini Mata Guru Wafaa
El Salvador: Pastor Luis Panameño
England: Mukunda Dasa
España: Don José Manuel Mosquera y Castelo
European Community: Monseñor Alfredo M. Montrezza
France: Gran Master Yogi Coudoux
Germany: Srila BA Paramadvaiti Swami
Holland: Advayavada Buddhism
India: Srila Swami Gaurangapada
Iran: Bahá´i International
Israel: Rabino Richard Gamboa Ben-Eleazar, B.Tz.
Italia: Swami Suryananda/ Gayatri Devi
México: Monseñor José Camargo Melo
Mongolia: Khan Perev Davaanyam
Países Balcánicos: D. Constantin Apostol
Palestina: Suhail Hani Daher Akel
Perú: Monseñor Erman Colonia Figueroa
Philippines: Gurudevi Ahalya Running Deer Mahakali
Puerto Rico: Pastor Yiye Avila
Romania: Dr. Victor Cracium
Tibet: Lama Khenpo Rinpoche
Tibet/USA: S.S Dalai Lama
Turquía: Dr. Ali - M. Fethullah Gulen
United States of America: Sri Guru Dileepji/Nandita Devi
Uruguay: Hari Bhajan Singh Ji
Venezuela: Monseñor Simón Alvarado

¿Y porque los nombres de otros no aparecen?
Esos otros son agentes secretos del Vaticano.

En esa misma página se promociona el evento LUIS PALAU 2010 CON MARCOS WITT
Mismo al que asistirán seguramente miles de pastores “evangélicos” y sus congregaciones para recibir el espíritu de prostitución del ecumenismo romano.
¿Qué Palau y Witt no son ecuménicos? Que les crean los estúpidos.


Vean este video de pastores y congregaciones "evangelicas" fornicando con la gran ramera.


Y volviendo con Yiye Ávila, ¿Cómo podrán ahora defenderlo aquellos que me han criticado por los artículos anteriores?, en los cuales repito, no fui lo suficientemente claro. ¿Qué nuevos argumentos inventaran para defender al ídolo “evangélico” Yiye Ávila?

Con todo esto, ahora resultan más claras muchas de falsas enseñanzas del señor Ávila, como por ejemplo la más abominable y repudiable: El querer ser más que Jesús con su ayuno de 41 días.
¿Ayuno mas días que Jesús? ¿Cuándo alguno de los apóstoles del Señor hicieron semejante circo, para después jactarse de ello en seminarios, campañas y escribir un libro al respecto para vender miles de copias?
DINERO DINERO Y MAS DINERO.
Cuando se muera seguro le levantaran una estatua (ídolo mudo).

Sé que esta información sorprenderá a muchos, pero ¿Qué sorprende hoy en día?
También estoy consciente que seré hasta condenado por muchos “lideres evangélicos”
PERO ¡NO ME IMPORTA! Mi compromiso es con DIOS y para con su pueblo que quiere seguir escuchando la verdad.

En la información que proporciona esa entidad ecuménica, también son descritos como socios otros pastores hispanos.


Raimundo Leiva Palma, quien no es un pastor cualquiera, sino mas bien el VICEPRESIDENTE DE LA IGLESIA METODISTA PENTECOSTAL DE CHILE y también Presbítero Mayor y gobernante de la Iglesia de San Bernardo – Esmeralda.
Y les aseguro que muchos de sus miembros ni cuanta se dan.


También pertenece a ese sistema satánico, Luis Panameño pastor general de la iglesia Monte Carmelo de las Asambleas de Dios, de El Salvador.

Esa Asociación Ecuménica no solo recibe y acoge a pastores apostatas, también le da la bienvenida a cualquier brujo o hechicero solo con decir que cree en el “Dios te dodos”. Ingrese a la pagina y se dará cuenta:
Parlamento Argentino De Religiones.
Y con todo eso y más comulga el “Gran Yiye Ávila”.
¡Dios tenga misericordia!

PUEBLO DE DIOS IGLESIA DE JESUCRISTO GUARDENSE DE PROSTITUIRSE CON LA GRAN RAMERA

Y ahora les dejo con el artículo:


EL GRAN FRAUDE ECUMÉNICO
Pastor: Miguel Rosell Carrillo. Iglesia Centro Rey Jesucristo, Madrid España.

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo, y Yo os recibiré”(2 Corintios 6: 14-17)
“Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos… Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Dadle a ella como ella os ha dado, y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, preparadle a ella el doble” (Apocalipsis 17: 1-3: 18: 4-6)

Introducción

Muchos ingenuamente piensan que a partir del Concilio Vaticano II, el catolicismo actual ya no es como el que siempre fue, que ahora los protestantes ya no somos anatemas (malditos) sino “hermanos separados”, y que es posible la unidad entre lo católico y el cristianismo verdadero. ¡Qué equivocados están!

La realidad es que dicho Concilio reafirmó los cánones y decretos de los concilios anteriores, que definieron el dogma romano: “Este concilio sagrado (Vaticano II) acepta lealmente la venerable fe de nuestros antecesores...y propone de nuevo los decretos del Segundo Concilio de Nicea, del Concilio de Florencia, y del Concilio de Trento” (Flannery, op. Cit. Tomo 1 p.412)

Realmente, a pesar del cacareado aggiornamento, nada ha cambiado. Roma es “Semper Eadem” (siempre la misma), y lo será hasta su estruendoso final (Ap. 17: 16, 18)


1. Los dos tipos de evangélicos ecuménicos

¿Deberíamos preocuparnos los verdaderos cristianos por el manido asunto del ecumenismo en el contexto evangélico-católico”? Yo creo que sí, hermanos; yo creo que sí…

Sin más preámbulos debo decir que ese tipo de ecumenismo es absolutamente aborrecible ante los ojos de Dios – es EL Gran Fraude Ecuménico.

En cuanto a la parte evangélica, les diré que existen dos tipos de creyentes involucrados en esa cuestión ecuménica. Uno se corresponde con el creyente que es muy ingenuo e ignorante y quizás hasta insensato, y el otro se corresponde con el falso hermano.

Dentro de esta categoría existe una subcategoría, la del falso hermano que sabe muy bien lo que está haciendo, y a quién realmente sirve: a ciertas instancias del Vaticano. De estos últimos, incluso hay muchos ministros.

Medítenlo: ¿Le sería muy difícil a la institución del Vaticano el preparar concienzudamente a agentes suyos para que se hicieran pasar por ministros evangélicos - aun y por años - hasta que muchos creyentes confiaran en ellos sin llegar a percatarse de nada extraño? No por cierto. Estos agentes católicos infiltrados estarían sirviendo a su “Santa Madre Iglesia” y a su papa de esta manera, meritando de ese modo. Debo añadir que esto es una indiscutible realidad.

“La infiltración en las iglesias evangélicas, y en el seno eclesial en general es una realidad, que por lo dantesca, a muchos les cuesta aceptar y aun pensar en ello”

“La afamada Katherine Khulman, que nunca alentó a los católicos a salir de su iglesia sino todo lo contrario. Tomada por las manos como gesto muy especial y exclusivo por el finado Pablo VI”

“Benny Hinn, fiel discípulo de la Khulman, en su visita a Roma, rezando con el cura fraile Cantalamessa”

Católicos carismáticos

Hay que decir, respecto al primer tipo de evangélicos mencionados arriba, (sobre todo los de tipo neo pentecostal/carismático), que están muy engañados en cuanto a lo que realmente es un católico carismático. Han llegado a creer que – en general - un verdadero católico (*), en este caso carismático y que habla en lenguas (**), es necesariamente un verdadero cristiano.

(*) Nótese que hablo de un católico obediente y sujeto al dogma de su organización religiosa.

(**) Muchos ingenuamente piensan que porque un católico hable en lenguas, esa es señal de que ha nacido de nuevo. Las lenguas nada tienen que ver con este asunto.

¿Se puede ser cristiano sin ser salvo? ¡No hay manera! Lo que define a un verdadero cristiano - en primera instancia - es que ha nacido de nuevo, es decir, que es salvo (Jn. 3: 3).

¿Puede un católico, como descrito arriba, fehacientemente creer que es salvo? No. A un católico confeso – sea carismático o no - no le es permitido creer que es salvo bajo ningún concepto. Ampliaremos este punto más adelante.

2. La ramera astuta y seductoraEn aras de ese ecumenismo, el Vaticano dispone de mentes muy pensantes, que han sabido y saben recrear diversas astucias para engañar y seducir al ingenuo creyente evangélico, no en vano Roma es la ramera del Apocalipsis.

“La católica Ramera del Apocalipsis, desde el Concilio Vaticano II intenta agradar a todos y mostrar su cara más amable, pero su fin está ya sentenciado Ap. 17: 16”

El doble lenguaje
Una de las artimañas del Vaticano es el “doble lenguaje”; es decir usando unas mismas palabras, decir dos cosas diferentes.
En la Conferencia Católica, Indianápolis ´90, y en preparación de la “Evangelización 2000”, Tom Forrest, el cura que dirige dicho movimientodesde el mismo Vaticano, ¡supo usar los términos evangélicos correctos cuando habló ante una audiencia mixta de protestantes y católicos! (quédense con esto)
Atrajo aplausos de los protestantes cuando clamó por la "Unidad Cristiana", pero cuando habló en un taller sólo para católicos, dejó saber, con aplausos repetidos de sus correligionarios católicos, lo que él realmente cree, y lo que los católicos deben creer también. Lo leemos a continuación:
“Nuestra labor es la de hacer verdaderos cristianos llevándoles al seno de la Iglesia Católica. Así pues, la evangelización nunca es completamente exitosa, sólo es parcial, hasta que el convertido es hecho miembro del cuerpo de Cristo por ser llevado al seno de la Iglesia Católica.
Escuchad las palabras del papa Pablo VI. Este es un documento que cada uno de vosotros deberíais tener en vuestras casas, llamado “Sobre la evangelización del mundo moderno”. Esto es lo que el papa dice:
“El compromiso de alguien al que se acaba de evangelizar no puede quedar como algo abstracto (‘¡Oh, soy cristiano', esto es demasiado abstracto). Debe dársele una forma visible y concreta a través de ser parte de la Iglesia Católica, nuestro sacramento visible de salvación”.
Me gusta decir estas palabras, y las voy a decir otra vez: “¡Nuestro sacramento visible de salvación!”. ¡Esto es lo que la Iglesia (católica) es, y si eso es lo que es la Iglesia (católica), debemos estar evangelizando hacia la Iglesia! No, no debéis solamente invitar a alguien a ser cristiano, les invitáis a ser católicos.
¿Cuál es la importancia de esto? Primeramente, existen siete sacramentos, y la Iglesia Católica tiene esos siete sacramentos. En nuestros altares tenemos el cuerpo de Cristo, bebemos la sangre de Cristo. Jesús está vivo en nuestros altares, somos uno con Cristo en la eucaristía. Como católicos tenemos a María, y esta Madre nuestra, Reina del Cielo, está rezando por nosotros hasta que nos vea en la gloria. Como católicos tenemos el papado, una historia de papas desde Pedro hasta Juan Pablo II, tenemos la roca sobre la cual Cristo edificó su Iglesia.
Como católicos, me encanta esto que voy a decir, tenemos el purgatorio, ¡gracias a Dios! Yo soy una de esas personas que nunca llegarían a ver a Dios sin él. Esta es la única manera de ir. Así pues, como católicos, nuestra labor es usar esta década antes del 2000 evangelizando a todos y cada uno tanto como podamos para llevarles al seno de la Iglesia Católica” (hasta aquí el cura Forrest)
¿No se dan cuenta, queridos lectores, de la falacia que supone el decir una cosa queriendo decir otra, y dejándolo claro más tarde ante sus correligionarios? A eso se le llama “doble lenguaje”, y no es más que hipocresía y engaño.

“El doble lenguaje es el típico usado por la gran ramera para, manipulando así, conseguir sus propósitos”

“El cura católico carismático Tom Forrest”

Para el cura Forrest, católico carismático, y de cara a los católicos suyos, la cosa es bien clara; “… la Iglesia Católica, es el sacramento visible de salvación”. Esto es así porque para el católico verdadero, su iglesia es la única verdadera, y es el mecanismo exclusivo de salvación. Esto está obligado a creer.
Si el “sacramento de salvación” es la iglesia romana, entonces quedan excluidos de la salvación todos aquellos que no pertenezcan a esa “salvífica” institución, y eso mismo enseña Roma.
O como dice el Dr. Nadir Carreño:
“El ecumenismo católico es muy simple: 'Yo soy la Iglesia. Sólo yo tengo la plenitud de los medios de gracia, aunque por cortesía, llamo iglesias a otras comunidades. La unidad ya existe: está en mí. Vuelvan a mí y se habrá logrado el propósito del ecumenismo. En mí habrá campo para que cada denominación mantenga sus tradiciones propias'”.
Sólo hay salvación en la iglesia de los papas…eso aseguran

Claramente, Roma enseña que no hay salvación fuera de la iglesia romana. En el principal documento del Concilio Vaticano II, la Constitución Dogmática “Lumen Gentium” (sobre la Iglesia) Cap. I, leemos textualmente lo siguiente:

“14. El sagrado Concilio pone ante todo su atención en los fieles católicos y enseña, fundado en la Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrina es necesaria para la Salvación…por lo cual no podrían salvarse quienes, sabiendo que la Iglesia católica fue instituida por Jesucristo como necesaria, rehusaran entrar o no quisieran permanecer en ella”
Y no cabe la menor de las dudas en cuanto a todo ello, cuando esa misma institución religiosa por medio de sus responsables, asegura que ella es la única iglesia de Cristo:
El día 5 de septiembre de 2000, el cardenal Joseph Ratzinger (actual papa Benedicto XVI), responsable entonces de la llamada “Congregación para la Doctrina de la Fe”, antes llamada la “Santa Inquisición”, publicó la declaración “Dominus Lesus”. En ella reiteró que “la iglesia católica romana es la única verdadera”.
Dicha declaración fue ratificada por el Papa Juan Pablo II “con ciencia cierta y con su autoridad apostólica”, es decir “ex cátedra”, o en otras palabras, con infabilidad. Dice la “Dominus Lesus” en su artículo 17: “Existe, por lo tanto, una única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia Católica, gobernada por el Sucesor de Pedro y por los Obispos en comunión con él…”. Esto último está transcrito al Catecismo.
Ahora bien, se identifica al “sucesor de Pedro” con el papa romano. Por lo tanto, el católico está obligado a creer que la iglesia de los papas es la única y verdadera iglesia, y que no hay salvación fuera de ella.
¡Es evidente que un católico no puede ser cristiano, si decide seguir siendo católico!
Podríamos rizar el rizo, pero siempre llegaríamos a la misma conclusión: la iglesia de Roma es la más grande de las sectas, ya que ella se auto proclama la única y verdadera iglesia de Cristo. Por lo tanto buscar unidad con ese espécimen constituye EL GRAN FRAUDE ECUMÉNICO.

“El finado Juan Pablo II recibiendo en su biblioteca privada a los representantes luteranos de Finlandia. ¿Sabían lo que hacían esos protestantes, y con quien estaban?”

“El famoso evangelista y ecuménico Billy Graham, que nunca alentó a los católicos a salir de su iglesia sino todo lo contrario. Con su apreciado papa romano”

3. Volviendo a la cuestión ecuménicaEn esa conferencia católica/carismática de Indianápolis ´90, asistió nada más y nada menos que el afamado “apóstol” C. Peter Wagner.
Según la web official de la American Presbyterian Church, en su artículo titulado “Fuller Seminary – exhibit A”, C. Peter Wagner, citando a “Foundation, Julio-Agosto 1990”, fue junto a George Kraft – ambos profesores del Fuller Institute, cito, “figuras clave en la Conferencia Católica/Carismática de Indianápolis ´90; sus seminarios reportaron audiencias más numerosas que todos los demás allí”

El “apóstol” y gran ecuménico C. Peter Wagner”

¿Qué estaban haciendo ahí esos supuestos evangélicos? ¿Qué pretenden esos ministros supuestamente evangélicos, que por serlo, conocen perfectamente acerca de lo que estoy escribiendo aquí, apareciendo como “figuras clave” en una conferencia católica?... Pero hay mucho más que añadir a esto.

“el cura fraile Cantalamessa, rodeado de otros curas y de pastores evangélicos”

“Con la misión de llevar a los cristianos de vuelta a Roma”

“El dominionista Marcos Witt participando en el acto ecuménico de arriba”

“Benny Hinn y Marcos Witt”

“Cómo se puede confraternizar con el espíritu de ese hombre que dice ser Cristo en la tierra, ¿tan ciegos son?”
Pero hay muchos más!

Lo que voy a dar a conocer a continuación es escalofriante. Paso transcribir algunas de las declaraciones de algunos muy conocidos ministros evangélicos acerca de la unidad presuntamente cristiana en relación con el catolicismo romano. Declaraciones todas ellas hechas en un congreso ecuménico-carismático patrocinado por el Comité de Servicio de Renovación Americana en St. Louis, Missouri del 21 al 23 de junio del 2000, y llamado “Celebration Jesus 2000”. Me tomo la libertad de hacer algunos comentarios respectivamente.

Vinson Synan, neo pentecostal, y ecuménico convencido dijo:

“Hay personas en St Louis del cuerpo de Cristo: Católicos, Episcopalianos, Luteranos, Bautistas, Pentecostales, etc…A pesar de nuestras diferencias teológicas, Jesús oró para que pudiéramos ser uno…Dios está derrumbando las barreras para que podamos mostrar al mundo nuestra unidad” (énfasis nuestro)
¿Las diferencias teológicas no son importantes? ¿Es igual lo que cada uno crea con tal de ser “uno”? ¿Cómo se puede ser “uno” no pudiéndolo ser? ¿Fue Cristo “uno” con la doctrina de los fariseos, que eran los creyentes de su tiempo?

La auténtica barrera que Dios derrumbó fue la levantada por el pecado, por enviar a Su Hijo a dar su vida por nosotros. La sola fe en Cristo: ese es el mensaje bíblico, sin añadiduras, como la “Tradición” católica. No nos engañemos.

“Vinson Synan, con algunos religiosos”

El obispo Samuel Green, Iglesia de Dios en Cristo, dijo:

“Necesitamos recibir a todos los grupos: Católicos, Episcopalianos, Bautistas. Yo admiro al papa. No estamos reconciliados con Dios a menos que aceptemos a otros sin importar su denominación” (énfasis nuestro)

Pero ya sabemos que el catolicismo no es una denominación cristiana; ni siquiera es denominación, ya que se considera único de Cristo... y, ¿Qué cristiano auténtico puede decir: “yo admiro al papa”?

Nancy Kellar, una monja católica entre los evangélicos, advirtió:

“…debemos confesar nuestros pecados por cómo hemos quebrado el cuerpo de Cristo a través de la división”.

¡División!, Sí, aunque más que división, debería ser separación: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (2 Co. 6: 14)

El célebre Pat Robertson, de “Christian Broadcasting Network” (CBN), club 700, comentó:

“Necesitamos tener entre nosotros a algunos católicos carismáticos viniendo a nuestras iglesias bautistas para enseñarnos como adorar” (énfasis nuestro)

¡Lamentable…!

“Pat Robertson de CBN”

Así pues, para estas personas presuntamente comprometidas con el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según hemos leído:

a) El catolicismo es parte del cuerpo de Cristo.
b) Es la voluntad de Dios la unidad de los cristianos con los creyentes en el catolicismo.
c) Dios quiere mostrar al mundo la unidad de los verdaderos creyentes junto con los creyentes en el catolicismo romano.
d) Necesitamos recibir como hermanos en la fe a los profesantes del catolicismo.
e) Quizás también admirar al papa de Roma.
f) Dios no nos perdona a menos que aceptemos la fe católica.
g) Es división que apena a Dios no mezclarse con el catolicismo… y quizás lo más pintoresco de todo,
h) Deberíamos adorar como lo hacen los católicos carismáticos (¿quizás también a María?).

Y digo de nuevo, ¿cómo se puede estar tan ciego?... ¿o no son tan ciegos muchos de ellos?

4. ¿Puede un católico romano ser verdadero cristiano?


Retomamos lo que explicábamos al principio. Para un católico, sea carismático o no, su misma iglesia le prohíbe creer que es salvo, aduciendo que si así hace, incurre en pecado de presunción. Ese sería uno de los peores pecados, porque según esa institución religiosa, se cometería “contra el Espíritu Santo”, y sería: la presunción de salvarse sin merecimientos.

El catecismo de la iglesia católica enseña, que si una persona cree tener la seguridad de que irá al cielo cuando muera, comete el pecado de presunción. Leemos del siguiente modo en el citado catecismo:

"Hay dos clases de presunción. O bien el hombre presume de sus capacidades (esperando poder salvarse sin la ayuda de lo alto), o bien presume de la omnipotencia o de la misericordia divinas (esperando obtener su perdón sin conversión y la gloria sin mérito)" (p. 465, #2092). (énfasis nuestro)

Esta declaración conciliar invalida la misma Escritura, donde Dios nos dice que los verdaderos cristianos “Por gracia somos salvos, por medio de la fe, y esto no de nosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe” (Ef. 2: 8, 9)
Pero si un católico quiere ser y definirse como católico, está obligado por ley canónica a no declarar que es salvo por la fe (contradiciendo así la misma Escritura, véase: 1 Jn. 5: 13; Ef. 2: 8, 9; Ro. 3: 24; 5: 1; 8: 1, 16; etc. etc.)

“Portada del Catecismo de la iglesia de Roma”

La católica, una “salvación” aleatoria
Por lo tanto, un católico profesante jamás podrá estar seguro de su salvación, ya que el obtenerla depende no sólo de su fe en Cristo y Su suficiente obra meritoria, sino del cumplimiento de las obligaciones sacramentales, así como de numerosas obras (nadie sabe cuántas) con las cuales deberá meritar. Es decir, ¡Se ha de ganar el cielo!
El Concilio de Trento, en su sesión número seis, concluyó diciendo que las buenas obras personales no sólo nos justifican delante de Dios, sino que son esenciales para la salvación. Así lo afirma el Canon 24 de ese mismo Concilio de Trento. Esto implica que sólo Dios sabe cuantas “buenas obras” hay que hacer y meritar para llegar al cielo, pero el católico regular no lo sabe. El católico romano es un esclavo de su propia creencia; es un esclavo de su iglesia.
Nos detenemos a preguntarnos: ¡¿De qué sirve seguir concienzudamente todos los pasos que exige la religión de Roma, si nadie que la practique puede tener la seguridad y certeza de la salvación?! ¿¡No dice la Palabra que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve!? (Hebreos 11: 1)
Dave Hunt escribe al respecto:
“Para el católico, la salvación no viene mediante recibir a Cristo como Salvador personal, sino que es un extenso proceso que comienza con el bautismo, y de ahí en adelante depende de la relación continua de la persona con la Iglesia. La salvación viene mediante la participación en los sacramentos, penitencias, buenas obras, sufriendo por los pecados personales y los pecados de otros aquí y/o en el purgatorio, indulgencia para reducir el tiempo en el purgatorio, y cantidades casi interminables de misas y rosarios dichos a favor del feligrés aún después de la muerte. El “evangelismo” católico es por obras, la antítesis propiamente dicha de “el evangelio de la gracia de Dios”
En el catolicismo, el dogma católico se pone por delante del Evangelio de la gracia, y lo esconde de los ojos del católico; esta es la creencia y herencia del católico regular. Dicho con compasión: ¡El católico es un ser infeliz!
¿Habemus Purgatorium?
El Concilio de Trento, artífice de toda la oficialidad dogmática romana lo expone con claridad meridiana:
“Si alguien dijera que después de la recepción de la gracia de justificación, la culpa es remitida y la deuda de la pena eterna es borrada de cada pecador arrepentido, que no queda ninguna deuda temporal a ser descargada en este mundo o en el purgatorio antes que las puertas del cielo puedan abrirse, sea anatema” (es decir, maldito o excomulgado)
Para la iglesia católica, la gracia que justifica, contradiciendo lo que enseña la Biblia (véase Ef. 2: 8, 9), no es suficiente. Para esa institución, el fiel deberá meritar, en este mundo, y en el próximo, en lo que llaman el purgatorio:
“Los pecados deben ser expiados; esto puede hacerse en este mundo mediante tristezas, miserias y tribulaciones de esta vida y, sobre todo, mediante la muerte”
En esta declaración dogmática conciliar, vemos que la verdadera expiación, la que logró para todos los hombres Cristo Jesús brilla por su ausencia, y es sustituida por “las tristezas, miserias y tribulaciones de esta vida”. En otras palabras, ¡no sólo es insuficiente el sacrificio inigualable de Cristo para cada hombre, sino que además, cada hombre debe de ser su propio cristo!
Sobre el asunto de la muerte, como lugar de expiación, Roma sigue dice a través del Concilio Vaticano II: “De lo contrario, la expiación debe hacerse en el más allá mediante el fuego y los tormentos o castigos purificadores” es decir, el lugar de la “purga”: El llamado, purgatorio; (lugar inexistente, por otra parte).
Para el católico la sangre de Cristo no es suficiente para purgar sus pecados, es necesario el fuego atormentador, el cual – según esa institución – logra purgar dichos pecados. Es el fuego, y no la sangre de Cristo; ¡terrible blasfemia!

“Representación del purgatorio, con los justos quemándose ¡Qué horror! ¿Querrá Dios que los que han creído en Su Hijo se quemen por siglos en ese supuesto lugar? ¡Qué falsedad! Pues esto es lo que un católico está obligado a creer”

Acordémonos de las palabras del cura carismático Tom Forrest:
“Como católicos, me encanta esto que voy a decir, tenemos el purgatorio, ¡gracias a Dios! Yo soy una de esas personas que nunca llegarían a ver a Dios sin él”
Forrest está ansioso por pasar por ese lugar de tormento; a esto se le llama masoquismo.
¡En modo alguno el catolicismo romano puede ser cristiano; en modo alguno!
Y sin embargo, como venimos diciendo, muchos evangélicos han llegado a creer que esos infelices católicos son hermanos en la fe. Lo siento, pero no lo pueden ser si siguen creyendo la nefanda doctrina de los papas, por tanto, poniéndola por encima de la Escritura.
El católico deberá escoger entre la Escritura y la doctrina de los papas. Si escoge lo primero, automáticamente dejará de ser católico.
Una cosa es clara también, cuando los católico-romanos que tienen un corazón para Dios llegan a leer con fe la Biblia, obedeciéndola por encima de los dictados romanistas, encuentran al verdadero Jesús, y dejan de ser católicos para ser cristianos, pertenecientes a la Iglesia Universal de Jesucristo. Inmediatamente esto hace que salgan de esa institución infernal, y busquen una iglesia verdaderamente evangélica, donde se predique la sana doctrina de nuestro Señor Jesucristo.
Por eso Roma odia la Biblia, porque sabe que el Libro la denuncia, si se lee con atención.

5. Roma aborrece la BibliaEsto fue lo que el papa Pío VII, el que en el año 1814 rehabilitara a la Sociedad Jesuita, le escribió al primado de Polonia en el año 1816:
“Es evidente, desde la experiencia, que las Sagradas Escrituras, circulando en lengua vernácula, han producido más daño que beneficio (parafraseando a Trento)...Hemos deliberadamente tomado las medidas oportunas para remediar y abolir esta pestilencia”.
El papa se quejaba de que la Biblia escrita en la lengua nativa o vernácula, había dañado a sus intereses papistas, hasta el punto de tratarla de pestilencia e intentar abolirla.

“El papa que levantó a los jesuitas: el impío Pío VII”

Que la Biblia pone a la luz la mentira y maldad del catolicismo romano lo sabían los cardenales del papa Julio III, por ello le aconsejaron lo siguiente:
(*) “Hay que abrir bien los ojos y usar toda la fuerza posible en la cues¬tión, a saber, para permitir lo menos posible la lectura del Evangelio especialmente en lengua nativa, en todos los países bajo la jurisdicción. Baste la pequeña parte del Evangelio leída usualmente en la misa, y no se permita que nadie lea más. En cuanto el pueblo esté contento con esa pequeña porción, florecerán los intere¬ses de vuestra Santidad, pero cuando el pueblo quiera leer más, sus intereses comen-zarán a fallar. La Biblia es un libro que, más que cualquier otro, ha levantado contra nosotros los alborotos y tempestades, por los cuales casi perecemos. De hecho —escriben los cardenales—, si alguien examina de cerca y compara las en¬señanzas de la Biblia, como ocurre en nuestras iglesias, entonces encontrará discordias y comprenderá que nuestra enseñanza es muchas veces diferente a la Biblia y nunca cesará de desafiarnos hasta que todo sea expuesto y entonces nos volveremos objeto de burlas y odios universales. Por tanto, es necesario retirar la Biblia de la vista del pueblo, pero con cuidado, a fin de no causar rebelión” (énfasis nuestro).
(*) Este discurso está contenido en un documento histórico, del tiempo de la Reforma, conservado en laBiblioteca Nacional de París, en la hoja B, nº 1.088, vol. II, págs. 641 -650)
Dese cuenta el lector de que se está tratando aquí: la iglesia de Roma siempre ha sido la primera y tremenda opositora al Libro que pretende poseer y defender: la Biblia.

6. Concluyendo
Huelga decir aquí que nosotros los verdaderos cristianos debemos amar a todos los hombres, eso evidentemente incluye a los católicos; no por ser católicos, sino por ser personas, por las cuales Cristo también dio su vida.
Precisamente, por amor, hay que decir la verdad, y mostrar la verdad. No podemos tratar a un católico como a un verdadero hermano en la fe, porque entonces estaríamos pecando (1 Co. 5: 11; 2 Juan 1: 10, 11). Existe un límite al respecto.
Un católico regular, necesita ser salvo, así como un musulmán, un judío, un testigo, un mormón, un ateo, un evangélico nominal, etc. ¡Todo hombre precisa de la salvación, y esta sólo viene por gracia, por medio de la fe en Jesucristo, y sin añadiduras! (Ef. 2: 8, 9)
La solución no vendrá en forzar una unidad a como de lugar, siguiendo EL GRAN FRAUDE ECUMÉNICO - camino ineludible a la apostasía - sino en hablar la verdad de la Biblia, y así permitir que el Espíritu Santo redarguya y convenza a todos aquellos a los que amamos, pero que están fuera del Camino, aunque se consideren dentro.
Jesucristo dijo que el Camino es Él mismo, y no una institución religiosa que dice ser la única suya, pero que no lo es, es decir, Roma. Si el católico quiere conocer al verdadero Dios, deberá entregarse a Cristo, tal y como Cristo así lo estableció, y tal instrucción es la Biblia, sin añadiduras (es decir, la “Tradición conciliar católica”).
¡Sola Fide! ¡Sola Scriptura!
El ya cristiano, deberá compartir el Evangelio a todos, guardándose de toda levadura y contaminación (Mt. 16: 6; 2 Co. 7: 1)
“Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna. A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne” (Judas 20-23)

Amigo católico, lee esto:

“Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios” (1 Juan 5: 13)

“Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades” (Ap. 18: 4, 5)

Dios les bendiga. ¡Cristo viene pronto!
© Miguel Rosell, pastor de Centro Rey Jesucristo, Madrid, España.
Julio 2009
www.centrorey.org

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