miércoles, 8 de agosto de 2012

II. Sus Métodos – Su forma de operar y manipular


Buscan esclavizar a sus seguidores.

El cristiano según la misma Biblia, tiene una relación con Dios en base a la libertad, y lo que esto significa para el creyente, es que nuestras vidas no pueden estar regidas por doctrinas o mandamientos de hombres las cuales por lo general son muy asfixiantes y esclavizantes.

Gálatas 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. 13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Dios nos enseña mayormente por medio de principios generales  y como hijos obedientes que amamos a Dios, vivimos de acuerdo a esos principios para agradar Su corazón. Lamentablemente el falso maestro busca sutilmente destruir esa libertad. Él quiere controlar a sus seguidores, y no quiere que los cristianos piensen y vivan por sí mismos.

Por lo general la forma de esclavizar es imponiendo sus propias interpretaciones de la Palabra de Dios sobre ciertos asuntos y doctrinas particulares que a el le interesan, sobre todo las que tienen que ver con dinero y apoyo financiero. Para fortalecer esa forma de operar resaltan su “autoridad” sobre los demás anunciando de tiempo en tiempo que son la cabeza de los demás miembros de la iglesia así como de todo su equipo ministerial porque ellos son los ministros escogidos por Dios, de esta forma se logran imponer induciendo en sus seguidores sus propios conceptos y planes.

Lamentablemente en esta manipulación sutil, existen personas que se prestan a apoyarlos porque son “lideres” que han sido elegidos, no porque tengan un conocimiento solido de la Palabra de Dios, sino porque los falsos maestros saben que esas personas al tener poca experiencia en el trato con la Biblia los dejaran operar según sus propias agendas personales, también escogen mayormente a personas pudientes de la congregación que saben que apoyan financieramente a la iglesia. Los falsos se muestra como los “expertos”, pero eso no significa que lo anuncien de esa manera a los cuatro vientos, sino realizando preguntas y sugerencias para que los que trabajan a su lado se dejen guiar por lo que el quiere, con esto opaca y tira por la borda la verdad que afirma que Dios ha puesto el Espíritu Santo en el corazón de cada creyente para activar y trabajar con la conciencia, y entre los dos (Espíritu Santo y la conciencia) guiados por la Palabra de Dios, el creyente pueda llegar a toda la verdad. El falso maestro ministra con la presunción de que nadie menor a él puede interpretar correctamente la palabra de Dios, ni mucho menos tomar decisiones importantes.

Además de esa actitud y deseo escondido, típicamente el falso maestro toma una posición de “omnipotencia” sobre toda la congregación. No se puede hacer nada ni decidir nada si el no está, los demás ancianos o lideres no están calificados si su “jefe” no está presente. El falso maestro llega a ser un dictador silencioso, donde solamente su propia opinión tiene la fuerza de la ley. Esto se manifiesta muy frecuentemente induciendo sutilmente en sus líderes a ser “leales” y “fieles” a Dios, es decir a la obra de Dios, pero esto no es más que una máscara de engaño, porque en realidad lo que el busca es lealtad de toda la iglesia a él mismo, para lograr ese objetivo hacen un mal uso de lo que la Biblia dice sobre las ovejas que deben estar sujetas a su pastores de modo que las abusa y las engaña, así como las manipula a su antojo, logrando con creces llevar a cabo su propia agenda y sus intereses.

Montar esa estructura y ese entendimiento sobre sus seguidores los protege perfectamente porque cuando los miembros ven que están actuando en forma indebida o están pecando, entonces la estructura misma les imposibilita denunciarlos así como Cristo denuncio la estructura montada de los lideres religiosos de su época. Recordemos  como Dios mismo castigaba todo lo indebido en Sus hijos, y como en 1ª Corintios 5 Pablo nos manda disciplinar a los hermanos que andan en pecado. Pero mayormente vemos que para ellos el ser  “leal y fiel cristiano” es ignorar, encubrir, y perdonar sin consecuencias los pecados de los miembros y ni que decir de los lideres.

Pero todo lo contrario también ocurre y es que cuando un falso maestro toma conciencia que dentro de sus propias filas tiene lideres sólidos en la Palabra de Dios, busca por todos los medios hacer uso de lo que le dicen en secreto pastoral para desacreditarlos o indisponerlos frente a los demás líderes, esto es debido a que sabe que esos líderes o ese líder no le dejará manejar la iglesia a su antojo y será un estorbo en sus planes maquiavélicos, cuentan que un predicador famoso cuando se le descubrió una relación amorosa con su secretaria no quiso bajarse del pulpito ni admitir su pecado, “¡Si yo caigo, el Fundamentalismo del mundo caerá!” Esto es el opuesto a lo que vemos en la Biblia, en cuanto a los requisitos para los ministros, que cuando están descalificados, deberían bajarse por sí mismo, o por lo contrario que la iglesia donde ellos trabajan los destituya. Pero como en la mayoría de los casos de las iglesias, las cuentas bancarias de la iglesia y todos los recursos de la iglesia están a nombre de uno o dos pastores por lo general parientes, entonces es imposible obedecer el mandato bíblico. Esto se debe a que han montado una estructura eclesiástica que haga imposible destituirlos, ya que ellos son los dueños de la iglesia.

Sin embargo necesitamos recordar que la Biblia afirma que Dios repartió dones a los creyentes para el buen funcionamiento del cuerpo de Cristo, es decir de la Iglesia. Es como un cuerpo literalmente hablando un miembro no es independiente del otro porque todos los miembros son importantes dentro del cuerpo, estos se apoyan entre si y así es con cada creyente cada uno tiene un don específico, y no restringe o limita a los demás, todos trabajan mancomunadamente. No andamos sobre las manos o las orejas, ni escuchamos con la lengua ni probamos el sabor con los pies. Cada uno tiene su don, y está puesto en el cuerpo de Cristo para ejercer su don, no existe ningún tipo de dominio de un miembro sobre otro miembro del cuerpo, por eso la Biblia enfatiza hasta el cansancio que la UNICA cabeza es Cristo, meditemos en las mismas palabras de Cristo, sobre el gobierno de la iglesia:

El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre. 24Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. 25Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. 26Más entre vosotros no será así,c sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo;d 28como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

La Iglesia de Cristo es una familia no es un negocio ni un ejercito

Efesios 2:19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de
la familia de Dios, 3:14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,

La Biblia afirma que los redimidos (pastores, líderes y miembros de la iglesia local) y su relación con otros miembros del cuerpo de Cristo son como los de una “familia” porque todos son hermanos. El cuadro que Dios usa para mostrarnos como debería ser la relación entre hermanos es la de una familia, donde hay personas adultas y maduras, otros son jóvenes, y otros bebes. Un falso maestro nunca va a dejar que un hermano maduro en la fe pueda cuestionar o pedir cuentas con algo que ellos observan que está mal, ya sea en la vida del ministro o de la iglesia, sin embargo la Biblia muestra lo siguiente:

Efesios 4:2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. 11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto(maduro), a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,

Podemos ver con toda claridad que Dios ha constituido la organización de la iglesia de modo que el objetivo que se persigue es la madurez y no el cacicazgo o la jefatura de algunos miembros, en esta organización como podemos leer también en 1 Corintios sobre los dones, Dios a equipado a unos con dones de enseñanza, de administración, etc. para poder manejar los asuntos de la iglesia local, pero todo esto en el contexto de la familia de Dios, es decir los hermanos en la fe, seguimos a Dios, y no a los hombres. Es verdad que Dios ha dejado encargado hombres maduros para que no vayamos de una doctrina a otra, por nuestra falta de discernimiento o entendimiento, pero esto no significa que dichos hermanos tengan una posición superior o de jefatura, sino que son simplemente funciones designadas por la Cabeza que es Cristo.

Pero la autoridad que Dios ha concedido a estos hombres no es para que se conviertan en los dueños o jefes de la iglesia, sino para que cada cristiano individualmente sea maduro y capacitado para ser un instrumento preparado para toda buena obra; es decir un hombre maduro (en entendimiento y en su vida) como Jesucristo. Es interesante estudiar como en el Nuevo Testamento no se nos indique el nombre de un pastor o un anciano encargado como exclusivo de la iglesia. Todos los líderes estaban bajo autoridad unos a otros y aunque ministraban públicamente, su importancia entre los hermanos no era la de jefes o dictadores. Además de eso las decisiones que se tomen deben ser hechas en un cuerpo ministerial donde no exista una cabeza autoritativa, es decir que es al final quien decide, ya sea manipulando o sugiriendo, sino siendo guiados todos por los principios de la Palabra de Dios y con la dirección del Espíritu Santo, esto es vital por las advertencias que la Palabra de Dios nos hace respecto a los falsos maestros:

Judas 1:4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.

“Libertinaje” es un desenfreno total de la vida, donde se han quitado o ignorado las restricciones morales que todo hijo de Dios debe observar, es decir estas personas permiten que se haga lo que a la gente les venga en gana, aunque este mal o sea incorrecto. Es verdad que ya no estamos baja la ley sino bajo la gracia, pero eso no debe ser tomado como una licencia para hacer dentro y fuera de la iglesia todo lo que la mente humana caída quiera o desee. Pero esto se ve muchas veces dentro de muchas iglesias de hoy, donde muchos falsos maestros que se hacen llamar pastores, incluso hasta apóstoles y profetas, permiten fiestas y shows musicales al estilo del mundo dentro de sus iglesias, permiten que se organicen espectáculos de pelea, mimo, teatro mundano, etc.

Prácticamente hablando, los falsos maestros a veces proclaman “libertad” a toda especie de mal y desechan las restricciones de las normas cristianas para ellos mismos y para sus seguidores. Es una abominación que se practique este tipo de cosas como si fueran permitidas por Dios, es una jactancia y una rebelión muy grandes hacer lo que a Dios le desagrada, la Biblia dice lo siguiente:

1° Juan 3:20 pues si nuestro corazón nos reprende, mayor que nuestro corazón es Dios, y él sabe todas las cosas.

Debemos obedecer lo que Dios claramente nos manda en la Biblia, y luego seguir nuestras conciencias, pero lo que no podemos hacer es pensar que todo lo que el mundo hace lo podemos hacer dentro de la iglesia. No podemos excusar nuestras acciones cuando la Biblia indica que lo que se está haciendo no está aprobado por la Biblia, por eso esa es otra de las marcas de los falsos maestros, que han convertido la gracia de Dios en libertinaje, recordemos la advertencia de Dios:

Santiago 3:1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario